viernes, 5 de agosto de 2016

AGUA DE MAR Y SU PODER CURATIVO.

AGUA DE MAR Y SU PODER CURATIVO.

 

Hace más de 2000 años, Platón pudo constatar al curarse de una tuberculosis, que “el mar cura todos los males del hombre”, después de una larga estancia  a orillas del mar.

René Qinton, demostró científicamente que el agua de mar tiene una composición muy parecida, al plasma sanguíneo. Basado en la hipótesis de que el origen de la vida sobre el planeta tierra se dio en los océanos y que al restituir el agua de mar a los seres vivos, se podía mejorar la salud; salvó miles de vidas en los dispensarios marinos de Francia y otros países occidentales.

Actualmente gracias al aporte de importantes científicos en el mundo (Laureano Domínguez y Wilmer Soler en Colombia, ángel García, Héctor Bustos en México, y médicos en Japón España, Europa Oriental y Latino América) se ha podido establecer la bases científicas del método marino, que está ayudando a la cura y desintoxicación de los enfermos que consultan en los actuales dispensarios marinos de los países latinoamericanos y europeos. Entre ellos Nicaragua, un grupo de médicos y terapeutas preparados académicamente y científicamente en la facultad de Medicina de UNAN- Managua y la UNAN- León, prescriben con gran éxito el agua de mar a sus pacientes. Se calcula un consumo mensual de 7 mil litros, en base  a la distribución de la Clínica Santo Domingo a nivel nacional y al autoabastecimiento Reportado por pobladores de otras regiones del país; según nos comunicó la Dra: María Teresa  Llari al impartir un curso del poder curativo del agua de mar, con una experiencia de  más de 3000 mil protocolos para diferentes enfermedades con mucho éxito.

El agua de mar puede ser consumida  a cualquier edad incluso en estados de gravidez, por su alto valor nutritivo y efecto energizante en el organismo.
Esto se debe a su composición, que abarca 9 sales y toda la tabla periódica de minerales oligoelementos, en forma orgánica y biodisponible. Asimismo contiene el plancton, Fito y zooplancton, del que se nutren exclusivamente las ballenas misticetas que alcanzan un enorme tamaño y volumen.  


Pudiendo así comprobar en su práctica clínica que controla la presión en hipertensos, reduce la retención de líquidos en enfermedades de hígado (cirrosis) y coadyuva a la mejoría de enfermedades del corazón (cardiopatías, arritmias), de riñón (insuficiencia renal crónica, cálculos renales), patologías de la piel (Psoriasis, dermatitis, alergias, hongos) diabetes, enfermedades del tiroides, rinitis alérgica y sinusitis, obesidad, estrés, insomnio, ect.

La base de su acción terapéutica está en la mejoría del “terreno” o medio interno, donde suceden las reacciones bioquímicas que mantienen nuestra vida, ya que aportan todos los oligoelementos que actúan como coenzimas o ayudadores.  Sus  3 ejes de actuación son:
·         Reequilibrio hidroelectrolítico (función pilas)
·         Reposición enzimática
·         Regeneración celular


El agua de mar es en definitiva el líquido noble en su composición y acción, que permitió el surgimiento de la vida y que devuelve la vida a nuestro organismo enfermo. Es el líquido que más abunda en el planeta, es gratuita y está al alcance de todos. Es el primer medio natural con que Dios bendice nuestra salud.

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